Cuando se acercaba a cumplir sus veinticinco años de carnaval, rechazó la concesión del Antifaz de Oro, “en beneficio del primero que venga y le haga ilusión…”
Autor polémico donde los haya, tiene tantos seguidores como detractores. Incomprendido por muchos y defendido por tantos otros.
En los últimos años, a sus seguidores los suelen calificar como fanáticos. Él mismo en su última comparsa “Los Ladrones”, define como lamentable el hecho de que llamen fanáticos a su afición, porque “no hay un fanático más de verdad, que el que insulta al que está disfrutando con cosas que él jamás comprenderá…”
Sea como sea, Juan Carlos Aragón a lo largo de toda su trayectoria se ha enfrentado con la prensa, con otros autores, con componentes de su comparsa, con la religión católica… incluso con él mismo retractándose de sus propias letras en años anteriores.
Por todo ello, nos encontramos ante un autor que no deja a nadie indiferente, que defiende sus ideales y sus principios en cada uno de sus repertorios, y estemos de acuerdo o no, nos guste más o menos, tenemos que reconocer que estas cosas siempre engrandecen al carnaval en cierta manera.
Este año, tras un breve paréntesis el año pasado en forma de ausencia en el concurso, regresa al Falla, siendo uno de los regresos más esperados del COAC 2015, con su comparsa “Los Millonarios”.
Pero vamos a hacer un análisis, lo más completo posible, de su trayectoria.
Comenzando con agrupaciones juveniles, y pasando por el coro, finalmente Juan Carlos Aragón, en sus inicios, empieza a ser más conocido gracias a sus chirigotas. Es verdad que el autor últimamente ha conseguido el mayor reconocimiento del público a través de sus comparsas, pero somos muchos los que recordamos su época chirigotera como una de las mejores, con letras geniales que quedarán para siempre en el recuerdo de los aficionados.
Podríamos dividir en dos partes su trayectoria, por tanto. Por un lado su primera etapa chirigotera, por otro lado su posterior etapa comparsista.
ETAPA CHIRIGOTERA
Comienza esta época chirigotera del autor en 1994, con la chirigota “Un peasso Coro”, en la que parodiaban a la modalidad de coros y que fue semifinalista en aquel año, quedándose a muy pocos puntos de entrar en la final.
En 1995 sacó la chirigota “Los Tintos de Verano” con la que se quedó en semifinales, y que para muchos fue considerada un cajonazo. También en este año colaboró en la letra del coro “El Congreso”, y sería la última vez que participase en esta modalidad.
Ya en 1996 con “Los Guiris” consigue por fin colarse por primera vez en la Gran Final, obteniendo un cuarto premio, y posicionándose ya a partir de ese año como uno de los autores de chirigotas más esperado por los aficionados. De Los Guiris nos quedarán letras ya míticas de pasodobles y cuplés que interpretaban con un acento extranjero con el que se metían totalmente en el tipo.
En los dos años siguientes, con “Kadi City” (1997) y “Las Ruinas Romanas” (1998), a pesar de contar con una gran acogida por parte del público, vuelve a quedarse en semifinales y no consigue entrar en la final. Pero a pesar de esto, muchos aficionados las consideran de las mejores chirigotas del autor.
Hubo un cuplé de “Las Ruinas Romanas” que creó bastante polémica. Se trataba de una crítica al rechazo de los jóvenes a las costumbres tradicionales, que incluía frases que en aquel momento ofendieron a muchos rocieros, hasta el punto de que la Hermandad Matriz de Almonte estuvo a punto de querellarse contra el autor.
Es en el año 1999 cuando Juan Carlos pega su primer pelotazo con “Los Yesterday” ganando el primer premio y marcando un antes y un después en la trayectoria del autor.
Esta chirigota es con la que hasta hoy ha cosechado más éxitos y con la que ha obtenido mayor reconocimiento. Ganaron también el premio del Certamen de Coplas para Andalucía con aquel pasodoble tan famoso de “aunque diga Blas Infante…”.
Todavía hoy en el Falla se sigue escuchando el estribillo de aquellos hippies que engancharon al público desde su primer pase en preliminares.
En el 2000 nos presentó a unos cantaores flamencos con los que ganó un quinto premio, “Flamenkito Apaleao”. No es que sea de las mejores chirigotas que ha sacado el autor, pero sí que cuenta con grandes letras en su repertorio que han quedado ya en la memoria de muchos aficionados. Seguro que muchos recordarán aquel famoso pasodoble de semifinales en el que cantaban una durísima crítica a la alcaldesa de Cádiz.
Fue al año siguiente cuando se inició en la comparsa pero sin dejar de lado la chirigota, que en este caso fueron “Los Panteras” (2001), agrupación que representaba a una banda callejera y con la que se llevó el cuarto premio. Las dos agrupaciones que presentó al concurso el autor en aquel año consiguieron llegar a la final.
En 2002 con la chirigota “Vota P.I.CH.A.”, obteniendo un quinto premio y haciendo una gran crítica a la clase política, acaba este ciclo chirigotero del autor. Juan Carlos Aragón se centra más en la modalidad de comparsa, pero no se desvincula del todo de la chirigota, haciendo la música de chirigotas como “Los veteranos del Vietnam” (2004) o “Golfus de Roma” (2005).
Por fin, en el año 2006, con “Operación Ninfo, por la igualdad de género” volvió a presentar una chirigota con autoría de letra y música. Fue con el grupo de la chirigota del Cascana, que le aportó ese punto de poca vergüenza que les caracteriza y que pocos grupos tienen. Era una chirigota bastante crítica y que será recordada por el gesto que tuvieron en semifinales, rindiendo homenaje a una comparsa de Sevilla (“El rey del barrio”), a la que en preliminares le bajaron el telón por excederse en el número de componentes.
En los años siguientes sigue colaborando en chirigotas, casi siempre haciendo la música. Hasta que en el año 2011 sorprende a todos presentando la chirigota “Los Antesdeayesterday” con la que representaba el regreso de “Los Yesterday” y con la que llegó a la semifinal. En el año siguiente no hizo letra para ninguna chirigota, pero sí le hizo la música a “C.N.C. Canal de Noticias Chirigoteras”, que en este caso no superó la fase de cuartos de final.
Desde aquel 2012 Juan Carlos no ha vuelto a sacar ninguna chirigota. Según palabras del propio autor, cuando cambió de modalidad y se pasó a la comparsa, se dio cuenta de cuánto echaba de menos todo lo que había vivido en su etapa chirigotera. Por lo que sería de esperar que en cualquier momento volviera a sorprender a los aficionados presentando alguna chirigota, situación que no descartamos para nada, o por lo menos, esperamos que así sea.
Y esperemos que, si así fuera, sea con el grupo adecuado, que es para opinión de muchos, lo que a veces le ha podido fallar.
ETAPA COMPARSISTA
Allá por el año 2000, tras el COAC, se produce una ruptura en el mítico grupo de Martínez Ares, formado por Carli, Fernandi o Ángel Subiela, entre otros. Juan Carlos Aragón aprovecha la coyuntura y decide estrenarse en la modalidad de comparsa con ese grandísimo grupo, dando lugar a “Los Condenaos” (2001), comparsa que habla fundamentalmente sobre la libertad, desde el punto de vista de un preso condenado a muerte (y que encarna el propio Juan Carlos, subido a un patíbulo durante toda la actuación). El popurrit es una impresionante descripción del último día del condenado, con “testamento” incluido, y una declaración de rebeldía contra su injusta condena. Tiene pasodobles que han quedado para la Historia del concurso, como “Imagínate Abertzale”, “Un amigo es un amigo”, o “La mujer es enemiga”.
Consiguieron el segundo premio, tras otra bestialidad de comparsa, como fue “La niña de mis ojos”.
El año siguiente, 2002, Juan Carlos repite con el grupo del año anterior, sacando “Los Ángeles Caídos”, en la que quizás sea la comparsa más “densa” y barroca del autor, con metáforas difíciles de comprender. Prácticamente la comparsa es un manual sobre las ideas teológicas del autor, en la voz de unos ángeles caídos muy gaditanos.
Quizás, y en mi opinión, las músicas de todo el repertorio están entre las mejores que ha hecho Juan Carlos.
Dejando también esta comparsa para el recuerdo pasodobles como “Me han dicho que la locura”, “Oh, pueblo americano”, o “El vino es inteligente”, una auténtica oda al vino, pasodoble que muy pocos autores están capacitados para hacer.
Pero si me tengo que quedar con algo de esta comparsa, no sabría decidirme entre Presentación o Popurrit, ambos de un nivel excelso.
Ese año ganan el primer premio, por delante de “La Revolución”, de Martínez Ares.
El año siguiente, con algún que otro cambio en el grupo, aparece la comparsa “Los Americanos” (2003). Comparsa que, como su nombre indica, van de indios americanos. Es la que quizás sea la más “flojita” (entre comillas, porque las tres fueron muy buenas), de la trilogía que sacó Juan Carlos con el antiguo grupo de Ares. Comparsa cuyo punto fuerte quizás eran los pasodobles (con “Usted recuerda aquél 11 de Septiembre”, y “Hay amores que nacen”, como principales exponentes, siendo éste último un bonito repaso al amor en sus diferentes vertientes y modalidades) y un gran estribillo, cortito y muy al tipo.
Su posición en el COAC fue Cuarto Premio, en un año con un grandísimo nivel de comparsas.
Con “1800 Los Inmortales” (2004), el autor hace su primera gran revolución en cuanto a grupo, con la salida de la práctica totalidad del grupo anterior y la entrada de un grupo joven y con muy buenas voces, que le dieron un soplo de aire fresco a la comparsa (Piojo, Pellejo, Salvi o Agustín “Soleta”, entre otros).
Se trata de una comparsa que nos presentaba a unos vampiros (inmortales, por tanto), en un ambiente muy “gótico”, por el ambiente lúgubre y oscuro de la escenografía, y una temática muy “romántica”, en el sentido de que la comparsa está situada en el año 1800, pleno período del Romanticismo literario, y ese romanticismo está presente en muchas de sus letras. La puesta en escena es espectacular.
Fue una comparsa que no dejó indiferente a nadie, tenía detractores que argumentaban que iba muy chillada, y defensores que se quedaban con el trasfondo poético, reivindicativo, político, filosófico y el ya comentado romántico, que de todo hay en esta comparsa. Pero hubo una gran mayoría que coincidió en calificarla como gran “cajonazo”, ya que no entró ni tan siquiera en la final.
A mí particularmente me parece una comparsa muy completa, con unos pasodobles que quedaron para la historia y que todo el mundo canta en las barbacoas, como “Hoy me quiero emborrachar”, o “Yo me enamoré de ti”, musicalmente muy buena y con letras magnírficas. Quizás no merecía ganar, porque ese año había auténticos comparsones como “La cárcel vieja” o “Las estaciones”, pero para mí, en una final de 5 debería haber entrado al menos, sin duda alguna.
El año siguiente, 2005, Juan Carlos nos presenta “El Golfo de Cádiz”, que nos trae a unos marineros en tierra, unos “golfos” de puerto que hacen las delicias del público con una afinación espectacular, en la que es, quizá, la comparsa mejor cantada y más gaditana del autor de La Laguna. Comparsa que a mí me suena muy “MartínezAriana”, no sé si será por la presencia de varios componentes de “Calle de la Mar”, incluido el punteo, el “Búho”, o por esos pasodobles tan melódicos, largos y cadenciosos, dignos de la última etapa del Niño de Santa María.
Yo, particularmente, tengo debilidad por los pasodobles de ésta comparsa, con unas letras que quizá, al contrario de lo que comentaba en “Los Inmortales”, muy poca gente cantará en barbacoas, por la lentitud del pasodoble en su desarrollo. Pero para mí, “De la mar”, “Libertad”, o “Cállate”, están entre los mejores pasodobles del autor.
En resumen, muy buen repertorio en general, del que destaco también la presentación y la cuarteta final del popurrit, auténticas joyitas ambas.
Para mi gusto, su clasificación fue demasiado baja, quedando en 5ª posición.
En el 2006, con varios cambios en el grupo, Juan Carlos presenta al Falla “Los Parias”.
Es una comparsa que, en palabras textuales del autor, “es un homenaje a todos aquellos a los que la sociedad ha excluído de sus privilegios por motivos políticos, religiosos o morales”.
El tipo tenía una puesta en escena espectacular, con los componentes comenzando la Presentación equipados con esa vestimenta de paria, y con la cabeza tapada, con el forillo representando una larga calle desierta y en ruinas.
Comparsa con toques muy pesimistas pero que reivindicaba la revolución del pueblo de principio a fin en su repertorio, acompañado por una maravillosa y dulce música y un grupo joven y con buenas voces.
También nos dejó pasodobles muy cantados por los aficionados, como “De toas las que yo vengo a verte”, o “Ay, cada vez que me emborracho”, majestuoso pasodoble a su guitarra.
Ganaron el cuarto premio en el COAC.
Llegamos al año 2007, cuando el autor saca, quizás, la comparsa más “mediática” de todas las que ha sacado hasta la actualidad. Se trata de “Araka la Kana”, comparsa que imitaba a la mítica murga uruguaya “Araca la Cana”, con un tipo muy vistoso y colorido y una escenografía muy atractiva visualmente.
Comparsa que desde sus primeras notas, trasmite energía, vitalidad y dinamismo, con un Javi Otero espectacular en su papel de “director de orquesta”, músicas alegres, un juego de voces magnífico desde la Presentación, y letras muy al tipo, con bastante temática “uruguaya” (a destacar también el acento, que nos mete aún más en la dinámica de la comparsa, cual si estuviéramos en Montevideo y no en Cádiz).
Hay quien dice que el grupo chillaba y desafinaba en algunas partes, y en eso estoy de acuerdo a medias. Es cierto que la afinación quizás era mejorable, pero era una comparsa que, para poder cantar con la fuerza que cantaban, pagó el peaje de esos pequeños fallos. Pero desde luego, es una gran comparsa, bajo mi gusto merecido primer premio de aquel año.
A su gran nivel habitual en pasodobles (¿quién no ha cantado alguna vez ese magnífico “Ni las noches de Mayo”, o se ha quitado el sombrero con ese manifiesto contra la droga que es el pasodoble “Hoy toca dar un paso atrás”), hay que añadir unas partes fijas espectaculares, al nivel de las mejores del autor.
Ya en el año 2008, toca el turno de una comparsa a la que, quizás, le pesó un poco el gran pelotazo que fue Araka La Kana. Hablo de “La banda del Capitán Veneno”, comparsa cuyo tipo era una especie de alegoría de los grandes venenos del Carnaval, “una banda de Carnavales compuesta por los males que a Cádiz le salen por la garganta”, como explica el propio autor en la Presentación, y un Popurrit en el que hablan de los cuatro “venenos” de Cádiz, que son el Carnaval, el Mar, el Nazareno y el Cádiz CF.
Fue una comparsa que vino precedida por el gran revuelo que causó la filtración de un pasodoble grabado en su local de ensayo, y que por tanto casi todo el mundo conocía antes de que la comparsa decidiera cantarlo en Preliminares tal y como fue, hecho que causó una gran apoteosis en el Teatro.
Los pasodobles que quizás más queden para el recuerdo de esta comparsa son, por supuesto “Si caminito del Falla”, y “La soledad es testigo”.
Justo Tercer premio bajo mi opinión, tras “La comparsa de Momo” y “Los mendas lerendas”.
Y llega el primer gran “traspié” de Juan Carlos en su andadura comparsista. En el año 2009, con “Los comparsistas se la dan de artistas”, se queda en Semifinales, quedándose en Séptima posición al finalizar el concurso.
Fue una comparsa que no conectó en ningún momento con el público, cuyo tipo (en teoría), quería representar un homenaje a las comparsas antiguas (el comienzo en círculo de la Presentación así lo indica, por ejemplo).
Las partes fijas, a mi parecer, eran bastante flojas para lo que el autor nos tiene acostumbrados, sobre todo el popurrit, que para mí está entre los 3 peores del autor, y del que si acaso salvo alguna cuarteta suelta.
Comparsa pésimamente afinada y dirigida, cuyo punto fuerte (fortísimo, más bien), sin dudarlo, son los pasodobles, que tienen un nivel en letra y música inmensamente superior al resto del repertorio. Destacar por ejemplo “Yo sé que muchos días”, “La Muerte es una playa” (pasodoble a la Muerte que para mí está entre los mejores de Juan Carlos), y el más polémico “Cuando pienso en un genio”, pasodoble dedicado a la cama (polémico en cuanto a que no deja indiferente, o te gusta mucho o te parece una ida de cabeza del autor).
A mí, particularmente me gustó mucho, típico pasodoble juancarlista, que sólo es capaz de hacer él.
En el año 2010, pisa las tablas del Falla “Las noches de bohemia”, comparsa que bajo mi criterio es la mejor del autor en los últimos 5-6 años, empatada con “Los ladrones”, que luego analizaré.
También se quedó en Semifinales, en este caso injustamente, bajo mi punto de vista.
Bajo su tipo de bohemio puro y duro, de los que tienen la calle como hábitat natural, la comparsa en general es una oda al optimismo, a vivir la vida y disfrutar de sus placeres.
Tanto Presentación como Popurrit son un canto a la esperanza y a la superación de problemas, ambos “manuales de Psicología” que transmiten buen rollo, aptos para oírlos en momentos de bajón. La cuarteta final del Popurrit, sobre el amor, es sublime.
Pasodobles con un gran nivel tanto musicalmente como en letra, de los que yo me quedo con “De tanto preguntar por Dios”, y “Ya no me quedan muchos años”, este último toda una declaración a su hijo sobre la forma en la que debería comportarse en la vida cuando él no esté.
Llega el año 2011, y en él, Juan Carlos nos trae la comparsa “Los Príncipes”.
Tercer año consecutivo que el autor se queda fuera de la Final, con una comparsa claramente barroca y oscura, densa, con una puesta en escena magnífica, y que representa a unos Príncipes del Infierno. Comparsa, por tanto, claramente “demoníaca” tanto en tipo como en contenido, donde el autor nos “deja caer” que nos abandonemos más a los bajos instintos, y deja bien claro que el hombre es el peor demonio que existe, así como también habla de la omnipresencia del Diablo.
Me parece una comparsa buena, de un nivel medio en mi clasificación de comparsas suyas, ni muy arriba ni muy abajo, músicas y letras buenas, pero sin destacar en nada.
Destaco la Presentación, algunos pasodobles como “Ni Dios Padre”, o “Ay, hermano, que ya van p´a 25” (uno de los pasodobles polémicos a los que nos tiene acostumbrados, en el que le comenta a su hermano fallecido hace 25 años lo que se ha hecho desde entonces en Carnaval, quitándole mérito a casi todo, menos a lo que escribió Martínez Ares y algo de lo que ha escrito él), y alguna cuarteta suelta del popurrit, en especial ese “Padrenuestro” maléfico.
La polémica vuelve a acompañar a Juan Carlos en el año 2012, cuando presentó al Falla “La Sereníssima”.
Con un tipo de gondoleros venecianos (Juan Carlos visitó Venecia para inspirarse y hacer la comparsa), era de esperar que incluyeran en su repertorio alguna palabra en italiano, imitasen el acento (como ya hicieran el año de Araka la Kana) o incluso que hubiese partes cantadas íntegramente en este idioma. Pero nadie esperaba que todo el repertorio al completo, fuese interpretado en un “italiano-gaditano” que muy pocos comprendían al oírlo por primera vez.
El murmullo que se creó en el teatro cuando cantaron en preliminares fue increíble, acompañado también por comentarios de muchos que decían sentirse defraudados en cierta manera.
Pero poco a poco la opinión en general de los aficionados fue cambiando. Cuanto más se escuchaba el repertorio, más se comprendía la letra… y ya para los siguientes pases se habían ganado a gran parte del público.
Los defensores de esta comparsa fueron creciendo a la vez que también lo hacían sus detractores. Para muchos siempre será una comparsa de la que no se entendía nada y para otros tantos, se merecían el primer premio y no el segundo que fue el que ganaron finalmente. Sea como sea, está claro que no dejó indiferente a nadie.
A destacar la gran música que tiene esta agrupación, con un final de popurrit a ritmo de “La Sereníssima”, de la orquesta “Rondò Veneziano”, y que quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados.
Fueron Tercer Premio en el COAC.
Fue en el año 2013 cuando esta comparsa sufrió las consecuencias del momento que estamos viviendo en el carnaval con su rápida difusión en las redes sociales (tal y como ya le pasó en “La banda del Capitán Veneno”). Si es verdad que, resulta algo positivo en gran parte, en esta ocasión jugó en su contra. Algún asistente al ensayo de “Catastrophic Magic Band” grabó el pasodoble de presentación y se encargó de difundirlo, de tal manera que, en pocas horas el pasodoble había llegado a la mayoría de los aficionados y raro era el que no lo había oído. Evidentemente esto llegó también a oídos de la comparsa y su autor, que decidieron cambiar la letra a última hora sorprendiendo a todos en el pase de preliminares con un pasodoble que hacía una durísima crítica a los que grabaron el pasodoble y defendiendo lo que para ellos significaba ser “un buen aficionado”. La ovación del público fue impresionante, aunque paradójicamente, la gran mayoría de los asistentes también habían escuchado el pasodoble y habían contribuido a su difusión, pero en fin, estas son las cosas del carnaval….
Al margen de esto, fue una comparsa que, al igual que le pasó a “Los Comparsistas se la dan de artistas”, no caló hondo en el público, debido a que quizás su nivel en cuanto a letras y música no fuera todo lo bueno que se esperaba, por ello se quedó en Semifinales, alcanzando al final del COAC su puesto más bajo en comparsas, la undécima posición.
Aunque a mi juicio no estuvo muy acertado en pasodobles, destacar alguno como el ya mencionado “Qué poquísima vergüenza”, y “El truco del amor”.
Y por último, el autor, en el pasado año 2014, decidió, por una serie de razones (a mi juicio muy poco convincentes, todo sea dicho), no asistir al COAC con su comparsa “Los ladrones”, estrenando su repertorio en el Teatro Auditorio “Riberas del Guadaíra”, en la sevillana localidad de Alcalá de Guadaíra, de forma conjunta con la comparsa “Los Bandoleros”, de los hermanos Márquez Mateo, “Los Carapapas”.
Aunque no haya participado en el COAC, forma parte de su trayectoria comparsista, y por tanto paso a describirla.
Es una comparsa que mejora muchísimo el nivel de “Catastrophic Magic Band”, aunque el tipo a mí particularmente no me resulta llamativo. Pocas cosas que decir sobre dicho tipo, puesto que el nombre de la comparsa lo define a la perfección.
Quizás flojee un poco en la presentación, pero el resto del repertorio, a mi gusto, es bastante bueno, con unos grandes pasodobles (de los 8, 5 de ellos me parecen de un nivel altísimo, con mención especial para “Malditas sotanas”, (todo un canto a la liberación de la mujer), “La culpa fue de Dios” (amargo lamento sobre el desamor), y “Ladrones de género” (descripción del amor como una lucha entre el hombre y la mujer, en la que la mujer tiene siempre las de ganar).
El popurrit me parece también bastante bueno, sobre todo de la mitad hacia adelante.
Y llegamos por fin a la actualidad, al año 2015, donde Juan Carlos y su comparsa protagonizarán un esperado retorno al Falla con la comparsa “Los Millonarios”, una vez más con un significativo cambio de grupo con respecto al año pasado, entrando gente joven, procedente en algunos casos de chirigotas, y el Tron, que saliera en el pasado con el coro de Sevilla o de Faly Pastrana, que, a buen seguro, con su gran y profunda voz, aportará mucho a la comparsa.
¿Qué idea nos traerá este año el autor del barrio de La Laguna?
Lo que es seguro es que su comparsa tendrá un gran nivel, como ya nos tiene acostumbrados.
Salud y Carnaval.
Alicia Reyes y David Salgado
carnavalradio
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