Cajonazo a los estereotipos

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Cajonazo a los estereotipos
¿Y tú que eres de un nivel sociocultural alto, cómo es que sales en Carnaval? Ya les cuento que la pregunta no sale de mi imaginación, es una anécdota que vivió un carnavalero y que saca a flote algunos de los prejuicios que acompañan a la fiesta. ¿Los chirigoteros están todo el día de cachondeo? ¿No dan un palo al agua? ¿Sólo piensan en Carnaval? ¿Los comparsistas se la dan de artistas? ¿Se utiliza el término carnavalero como algo peyorativo o eso ya ha cambiado? Hablamos un rato con algunos de ellos que bien por su formación y la manera en que aseguran tomarse el Carnaval bien sirven dar cajonazo a más de un estereotipo. 

Por ejemplo, Francisco Javier Ramírez Chato, comparsista y doctor en Historia, tiene claro que esa imagen "se coloca en la misma línea de la imagen que muchos tienen del gaditano fuera de Cádiz y no sólo del carnavalero", que iría por ende unida. "Si la gente se expresa en esos términos es por desconocimiento - explica-, porque no sabe ni tirar un papelillo". Al componente de la comparsa 'Los camellos', de Quique Remolino, que lleva 18 años saliendo en agrupaciones, le vienen a la mente muchos autores y personas de gran nivel que participan en la fiesta y que lo viven con naturalidad como él, "porque no entiendo que sea algo excepcional". "Puede ser que si doy una conferencia en el Ateneo la gente que va se sorprenda de que yo sea comparsista pero simplemente salgo porque me gusta y soy de los que piensan que el Carnaval en Carnaval, nunca encontrarás el CD de una agrupación en mi coche". 

Como él, Javier García 'Ojo', chirigotero, maestro y licenciado en Psicopedagogía comparte la idea de que, igual que está ocurriendo a nivel social, en las agrupaciones cada vez hay más gente preparada por el aumento de las posibilidades de estudiar y formarse, " y estoy seguro que si antes no lo había era porque no se podía, no por falta de inquietudes", apunta el autor de 'Los Kichis'. El chirigotero, que sacó la segunda mejor nota de Andalucía en su materia en las oposiciones donde logró su plaza, asegura que en el Carnaval se refleja un poco la sociedad gaditana, "como en una cofradía", y que la manera en que se mira a los componente ya no es esa, por suerte. "Al menos es lo que yo palpo. En todo caso, creo que en la ciudad hay un sector conservador que nos mirará de otra manera, pero la gente abierta de mente sabe diferenciar", sentencia. En su trabajo nadie se sorprende de verlo disfrazado ya sea de alcalde, como anoche, o de lo que sea. "Al menos no por el hecho de que sea maestro, en todo caso porque en el trabajo soy bastante reservado y serio". 

Salvador Fernández Miró reconoce ese run run peyorativo sobre el carnavalero. "Pero a mí eso me trae totalmente sin cuidado, como te puedes imaginar. A la cara nadie se ha atrevido a decirme nada, eso sí, porque sabe que tiene una respuesta contundente", bromea el odontólogo. "Cuando yo empecé decían que el carnaval era del pueblo y al pueblo se le achacaba la papeleta de inculto. Muchos van a pensar así porque no le gusta el Carnaval", añade Miró, que entiende que en el Carnaval, como "fiesta de un pueblo que es, cada uno de expresa como quiere, y hay profesionales de todos lo ámbitos, universitarios o sin serlo". "Hay a quien le gusta el fútbol, al que le gustan los toros y hay quien le gusta el Carnaval. Yo cuando estoy en la clínica estoy en mi trabajo y cuando estoy en Carnaval en Carnaval". 

Ingenieros, médico, abogados, mecánicos, obreros, parados... De todo, como en Cádiz, hay también en el coro de Julio Pardo. Uno de ellos, Juan Carlos , ingeniero químico, sí ha encontrado a personas que tienen una imagen negativa de quienes hacen el Carnaval, pero tiene claro que está "desactualizado". "En todo caso me parece que eso le pasa más a la gente de fuera, que cree que en una chirigota sólo salen los 'manguis' del barrio", incide. "Ahora la gente es más cosmopolita, más culta, y eso no tiene por qué ir ligado al nivel de estudios solamente". Y nada de todo el año pensando en Carnaval. "Yo he estado en varios coros y hay gente de todo tipo y personalmente he visto que es una minoría los que están todo el año así. Al final el Carnaval es más estar con una pandilla con la que te gusta disfrutar". 

Para Miguel Puchi, chirigotero trabajador de Recursos Humanos de Navantia, ya está anticuada la imagen del chirigotero "pasota", "que sólo sale para tomarse dos copitas". "Esa imagen se ha ido cambiando con el tiempo y hay gente muy preparada y muy formal haya estudiado o no, sea emprendedor, empresario o lo que sea", dice. "Son gente que siguen haciendo cultura", mantiene, y "que igual que otros juegan al padel porque le gusta, salen en Carnaval porque les gusta". 

Y una mujer Rocío Molina, corista de descanso y enfermera, no cree ni siquiera que haya debate. "Hay muchos con su trabajo, con su vida, con sus cosas, que llevan todo para adelante, incluido salir en Carnaval", apunta. Los comentarios negativos que alguna vez haya escuchado se refieren más a su condición de mujer que al de carnavalera. "Se sorprenden de que salga sola, de que mi marido no salga en la agrupación. No estamos ahí todavía por igual", lamenta la gaditana. Ahora no sabe si volverá, si quiere ser madre lo tendrá más difícil, aunque ese debate, interesante como el que más, no sea el de estas páginas. 

Lo que los protagonistas de nuestro debate ven clarito es que el Carnaval es algo más de su vida, y no, como se dice generalmente, tienen en mente morir por Cai sobre las tablas. "Es un hobbie más y no me quita el sueño quedar el último o el primero. La diferencia es cinco minutos de alegría más", comenta el corista. "Para mí es una válvula de escape, echas el rato con tus amigos y si después viene un premio bien, si no, me visto de otra cosa el año que viene", especifica el comparsista Chato. 



Eso sí, este mes se coloca por encima de lo demás. La pasión ciega y es lo que toca. "No sé si decirte que del uno al diez está en el puesto número uno pero está alto. Hombre, sí, la familia, los amigos... Pero hasta el final del Carnaval al menos, por encima del gimnasio está, que dejo de ir", ríe el chirigotero Javi. Ese mito tiene más de realidad.


http://www.diariodecadiz.es/article/carnaval/2197493/cajonazo/los/estereotipos.html

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