El virtuosismo en la guitarra toma cada vez más protagonismo en el mundo del Carnaval. Más allá del simple acompañamiento, las agrupaciones lo ven como un elemento esencial en su repertorios. Sus artífices se han convertido en grandes conocidos de las fiestas, trascendiendo su talento a veces más allá de febrero y el Falla. Es el Carnaval entre las cuerdas. Con nombres propios como el de Pacoli, Tato, Pedro Campos, Suso, Alejandro Díaz, Guillermo Cabaña o Manolo Santander, hijo.
Y no se puede hablar de este tema sin hablar con Francisco Sánchez, Pacoli. El conocido punteado empezó de niño a tocar la guitarra y en 1986 salió en su primera agrupación de la cantera, a la que él mismo hizo la música. En 1989 llegó ‘Nos quedamos de piedra’, de los hermanos Alcántara, donde inició su curriculum en adultos, y ni entonces ni ahora ha ido a una clase. “Nunca jamás”, reconoce. “Yo de joven me comía la guitarra. Me gustaba muchísimo el Carnaval y me ponía con el radiocassete para adelante y para atrás a tocar los punteados de todas las agrupaciones”, cuenta. Así aprendió lo que sabe. “Pepito Martínez fue un maestro para mí, me gustaba mucho su forma de tocar”, recuerda. Además fuera del Carnaval, ha tenido la suerte de conocer a los más grandes, incluido Paco de Lucía . El guitarra de ‘Los invencibles’ se inspira según el tipo, “si es más fantasía o si es más de Cádiz, que meto más flamenquito, por ejemplo”
Pacoli considera que ha crecido el papel del guitarra principal en las comparsas. “Antes las introducciones eran un detallito, un par de filigranas, pero ahora es un papel bastante importante y se tiene muy en cuenta”, asegura. Cree que el relevo generacional está asegurado. “Hay niños que son unos fenómenos, fabulosos, como Ale, de Tino Tovar”.
Pedro Campos es uno de los punteados más laureados del Carnaval de Cádiz, y su mano con la guitarra no pasa desapercibida. Un don que amasó a base de horas “entre las cuatro paredes, como digo yo”. El guitarrista y componente de la comparsa ‘Los chatarras’, de los hermanos Márquez Mateo, afirma haber trabajado muy a conciencia, “quitándome de muchas cosas, muchos ratos de ocio”. Su objetivo era convertirse en uno de los grandes, “como Paco de Lucía, Tito.. tenía que echar tiempo, insistir, y bueno, me gustaría llegar más lejos, pues se trata de mi medio de vida”.
Una trayectoria que inició con cuatro años de formación con un profesor de Puerto Real y ya luego de forma autodidacta. Nunca fue al conservatorio ni sabe leer una partitura, pero actualmente enseña a 25 alumnos. Fue a los 16 años cuando comenzó a dar clases, sumando ya 23 años en esta labor, en una actividad que completa con el Carnaval y otros compromisos profesionales que, reconoce, ha adquirido gracias al Carnaval y a su comparsa, “que te da mucha publicidad”. Como curiosidad, dice que sus alumnos acuden a él para que les enseñe a tocar carnaval, “pero terminan tocando casi de todo. Porque el carnaval es muy limitado y abro el abanico en mis clases”. También es guitarrista oficial de Alejandra Rodríguez, que ganó el concurso de La copla y toca para otros cantaores o bailaores.
Guillermo Cabaña, Guille, se inició en la guitarra por casualidad. Él de niño estaba todo el día tocando la caja y debutó en el Falla como cajilla. Sin embargo, al año siguiente la comparsa juvenil en la que iba salir se quedó sin guitarra y alguien tenía que aprender a puntear. “Así empecé. Me enseñó la base Juan Pinto y después todo ha sido autodidacta. Escuchaba mucho Carnaval y me aprendía los punteaos de Pacoli, el Búho, El Tato, mis referentes, hasta que llegó la hora de dejar de tocar las cosas de los demás y tocar las de uno”, comentaba el guitarrista de ‘Los cobardes’. A Guille le gusta sacar los acordes con los otros dos guitarras de la agrupación y piensa que “mientras que tengan un sentido con el pasodoble, y sean bonitos, da igual que dure más o menos segundos”. Le han pedido muchas veces que dé clases, “pero no tengo tiempo ni paciencia”.
Alejandro Díaz es el nuevo punteado de la comparsa de Tino Tovar. Con 23 años, está estudiando Profesional de Guitarra Flamenca en el Conservatorio de Jerez (está en cuarto) y toca también el piano, el violín.. lo que le echen. Eso sí, él ya sabía manejar la guitarra antes. A su hermano, comparsista de Antonio Martín, le cogía la guitarra y le enseñaba cositas y ya más grande fue aprendiendo por su cuenta. A Alejandro le gustaría dedicarse a esto, “ser profesor de música en un futuro”, y toca con el grupo que forman Los Sopa, portuenses como él. El Carnaval, considera, puede ser escaparate, “y más en una comparsa como la de Tino, que me he criado con su música”. ¿Cómo saca sus punteos? “Me lo planteo como si fuese a hacer un pasodoble, con su principio, su centro y su final”. Su referente en el Carnaval, Pacoli.
Suso Gámez comenzó hace siete años a tocar la guitarra, con youtube como maestro, “aparte de mi tío, que me enseñaba alguna cosita”. El actual punteado de la comparsa de Juan Carlos Aragón dice que cada día le dedicaba muchas cosas, formándose así de forma autodidacta, “aunque me gustaría estudiar música”. El carnavalero, que cursa Bachiller y tiene entre sus referentes a Paco de Lucía, añade que “no pretendo llegar lejos, ya que con el Carnaval se cumplen mis expectativas”.
Manolo Santander, hijo del conocido chirigotero, dice que su vínculo con la guitarra se remonta al día de su primera comunión, que le regalaron una. Fue entonces cuando comenzó a coquetear con ella, a tocar sólo en su casa, y a los 13 años ya salió como guitarrista de una chirigota. Su formación la emprendió directamente en el Conservatorio, donde estuvo tres años, “pero después no pude continuar. Tuve que dejarlo”. Así que más allá del Carnaval, donde actualmente es guitarrista de ‘La guayabera’, de Juan Carlos Aragón, ha tocado en un grupo de zambomba. Ahora, sin más referente que su propio padre, comenta que “ojalá pudiera retomar mis estudios y aprender más porque la música es preciosa”. http://www.diariodecadiz.es/article/carnaval/2201792/carnaval/entre/las/cuerdas.html
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