Finalizada a medias la fiesta más universal de Cádiz a la espera de que se celebre el conocido como Carnaval Chiquito, es buen momento para hacer balance de lo mejor y lo peor que ha dejado más de un mes de desenfreno y coplas.

Actos gastronómicos previos

Su declive es progresivo y si encima como este año coinciden con el inicio del Concurso pierden todavía más protagonismo. Se ha demostrado que, pese a partir de las peñas, no tiene viabilidad si no es por la ayuda municipal. Basta recordar el conato de suspensión protagonizado por los rectores de la peña Los Dedócratas que, finalmente, se solucionó cuando se puso el caballero don dinero sobre la mesa. ¿Alguien me tendrán que explicar alguna vez si con 6.000 euros de subvención y con los pestiños donados no es posible asumir la organización de un evento de este tipo? Por lo demás, más de lo mismo, botellón, discreta calidad de las agrupaciones y menos ganas de escuchar por parte del aficionado que los interpreta como pasar un buen rato entre amigos.

El Concurso Oficial de Agrupaciones

Había levantado una enorme expectación y pasó lo que muchas veces suele ocurrir en la historia de este certamen. Mucha atención centrada en la modalidad de comparsas y el pelotazo se lo lleva una chirigota. O más bien el personaje incorporado por la chirigota. Juan ha sido el triunfador indiscutible del Concurso por encima de todas las comparsas buenas que hayan podido pasar sobre las tablas. Martínez Ares regresó por la puerta grande, aunque no dejó esa sensación de superioridad que solía mostrar cuando se fue. Es más, su triunfo fue más cuestionado que otra cosa y después de comprobar las puntuaciones del jurado levantó más ampollas entre el personal. Las favoritas respondieron y protagonizaron un vibrante duelo que se resolvió por muy pocos puntos de diferencia. En coros volvió a evidenciarse que los seis o siete de arriba son inamovibles. Lo mismo ocurre luego cuando de la Final se trata. Dejando a un lado a Juan, la edición de 2016 en chirigotas siempre estará asociada a Chiclana. Ojalá en 2017 se vuelva a la cantidad y calidad de antaño. En cuartetos, Gago vivió sensaciones extrañas al vencer por segundo año consecutivo. De todas manera, muy revisable el tema de que tengan que ofrecer tantos pases. En eso ya ahondaremos en los análisis por modalidad que se irán publicando esta semana.

El pregón

El gran lunar del Carnaval. Recibió más críticas que otra cosa. Carbonell no estuvo cómodo, no conectó con el público y el personal está claro que se cachondeó más que otra cosa. Luego tuvo la honradez de reconocer que no había estado a la altura respondiendo al propio alcalde, un José María González que fue uno de los pocos que quedó satisfecho. Al menos así lo manifestó en su twitter. Se esperaba mucho más. Habrá que hilar más fino en otra ocasión. Sí estuvo a la altura el Gran Momo, un espectáculo entretenido y con mucha presencia del Carnaval y del flamenco. En definitiva muy gaditano que es lo que se requiere en estos casos.

La cabalgata

Una de las caras amables de este Carnaval. Muy dinámica y sobre todo pensada por los niños que son, al fin y al cabo, los que deben pasárselo bien en este tipo de eventos. El único pero los parones, algo absolutamente insignificante si lo comparamos con los tristes episodios vividos últimamente tanto en Carnaval como en Reyes. Sin duda es la línea a seguir. Otorgar protagonismo a los colectivos, incorporar a las agrupaciones con mesura y, sobre todo, contentar a los pequeños de la casa. Los mayores ya tienen el COAC, los carruseles, los circuitos y los Concursos de la calle para hartarse.

La calle

Se vuelve a poner de manifiesto que los actos matinales son los que marcan la pauta. La Batalla de Coplas resultó otra vez lucida, aunque se echó en falta la presencia de los primeros premios. Lo mismo se puede decir de los carruseles de coros del sábado, que resultaron muy concurridos y en el que las bateas dieron la cara con rotundidad. Los sábados recuperan esa presencia que nunca debieron perder. Lo de que el Lunes de Carnaval se ha quedado para los gaditanos ha pasado a ser leyenda. No se cabía en la calle. Que se lo pregunten a los que se acercaron a la puerta de la Facultad de Medicina a escuchar a Los cobardes. Por cierto, allá por donde pisaban no crecía la tierra que se dice coloquialmente. Espectacular la expectación creada por este grupo en los rincones. Mención aparte merecen también las ilegales. Ya no tienen competencia en la calle. Gran nivel el mostrado este año en muchos casos. Todavía hay una última oportunidad de reencontrarse con ellas el próximo domingo día 21.

http://www.cadizdirecto.com/las-luces-y-sombras-del-carnaval-que-se-nos-fue-2.html