"Ya es hora de canalizar el potencial del Carnaval"

Apoyanos y darnos a conocer compartiendo en tus redes sociales. Todo el Carnaval de Cádiz lo encontrarás aqui

"Ya es hora de canalizar el potencial del Carnaval"
EL Selu atiende a la entrevista en el bar donde para y al que nombraba en el popurrí de ‘Viva la Pepi’, junto al Oratorio de San Felipe Neri. Está a escasas horas de iniciar, un jueves, otro intenso fin de semana con su chirigota por varios puntos de Andalucía. ‘Si me pongo pesao me lo dices’ ha supuesto el mejor año en la trayectoria de un grupo que tiene en su bagaje varios pelotazos como el de ‘Los borrachos’ en 1992. Pero lo del pobre Juan aguantando al pesado de turno ha sido distinto.

–Y ahora, después de Juan, ¿qué hacemos? Vaya listón, ¿no Selu?
–A mí me incentiva más, aunque parezca una osadía. Muchos aficionados son más pesimistas que yo, entendiendo que será imposible superar lo de este año. Me pone el reto, la verdad. Sobre todo después de elegir el tipo de las suegras para el año que viene. Lo teníamos ahí como oro en paño y era el momento de sacarlo. Tiene mucho juego.

–Pero Juan seguirá en activo, ¿no?
–Sí, claro. Ya tenemos apalabradas actuaciones con ‘Si me pongo pesao me lo dices’ para el año que viene. Estamos acostumbrados. Seguimos cantando como ‘Los enteraos’ como si fuera el 2009.

–¿Qué ha significado Juan en vuestra trayectoria?
–Lo más grande que hemos vivido nunca. Eso se ve en la gente, en la aceptación del público y en el número de actuaciones. Esto sólo lo vivimos con ‘Los borrachos’, pero nos cogió de novatos y no sabíamos canalizar bien el éxito. Y no existían las redes sociales, que influyen mucho. Este pelotazo ha venido en un buen momento, porque no nos coge de nuevos y sabemos explotar el triunfo.

–Más de 25 años de éxitos en chirigotas para alguien que fue un comparsista de tronío. ¿Cómo se produjo el cambio?
–Yo rechazaba la chirigota, lo reconozco. Empecé en el año 80 y entonces la chirigota estaba de capa caída. Salir en una comparsa era lo más grande, aunque fuera una juvenil. Por cierto, me rechazaron en la primera prueba.

–¿No me diga?
–Se llamaba la comparsa ‘Mercaderes y esclavos’. No pasé el casting. Me quedé en mi barrio muerto de asco hasta que un hombre mayor, Gustavo, de la avenida de Lebón, me propuso salir en ‘Mimos’, del 80. Todos mayores, bebiendo vino, y yo un pibe de 17 años. Luego salí en ‘Mendigos’, de Santa María, en el 81. El mismo Gustavo me dijo que a ‘Hijos de la noche’, de Enrique Villegas, se le habían ido los guitarras para el verano. Y fui al local de ensayo. Me aceptaron. Al día siguiente ya toqué solo en El Anteojo. Mi etapa con Villegas fue una maravilla.

–Volvamos a la chirigota.
–Al grupo de ‘Los gnomos metíos en manteca’, de mi barrio, le hacía la música mi hermano Miguel Ángel. Dejó de hacerla y me ofreció a mí como músico. Salió el tipo de ‘Los sanmolontropos verdes’ y tiramos para adelante. La música era rara, pero muy musical. Es de la que estoy más orgulloso. Muy arriesgada. Vi a la chirigota entre el público. Y gustó mucho.

–Pero tardó en ponerse en primera fila con la chirigota.
–Me lancé con ‘Los borrachos’, en el 92. En el grupo no se creían que iba a salir. No se reía nadie en los ensayos. Nuestra chirigota de siempre era la que sacamos también ese año porque éramos 18, el ‘Ballet zoom...’. Y al final, el ‘pelotazo’ fue para ‘Los borrachos’.

–Y se toparon ustedes con el clasicismo.
–Sufrimos todo tipo de vicisitudes. De camino a la final con ‘Los sanmolontropos’ nos insultaban. “Se estáis cargando el Carnaval”, nos decían. Muchos compañeros diciendo barbaridades. Pero seguimos para adelante. El Carnaval es libertad. Éramos el ‘anticristo’ del Carnaval, o el ‘antiMomo’, como si estuviésemos moviendo los cimientos de la fiesta. Un conocido chirigotero dijo que ya la chirigota clásica no gustaba, que ya no valía la pena hacerla. Lo que hay que sacar es una buena chirigota clásica, que sigue gustando y mucho. Y siguen pasando a la final las clásicas buenas. Hay chirigotas buenas y malas. El debate entre vanguardia y clasicismo no conduce a nada.

–Después de tantos años, parece su grupo ya un ‘clásico’ en el Carnaval. ¿Se siente aceptado por los tradicionalistas?
–Hasta cierto punto. Hemos tragado muchos sapos. Gritarnos en ‘Las marujas’ que ya estaba bien de maricones o aguantar con ‘Los titis de Cai’ en el escenario mientras el público cantaba el ‘Po, po, pó’ de ‘Las viudas’, que fue la chirigota que nos ganó. Ya nos lo permiten, se puede decir. Todavía muchos me piden que haga un pasodoble ‘bueno’. A estas alturas. Bueno significa clásico. Y mis pasodobles se adaptan a los tipos. No se dan cuenta de que en la variedad está el gusto. Y que hemos llevado al Carnaval y a Cádiz por toda España.

–Pero su estilo no lo ha seguido casi nadie.
–No. Han cogido parte, como la interpretación. Pero no en cuanto a música. No sé por qué. Hombre, también me viene bien que no haya competencia.

–¿Puede decirse que usted vive del Carnaval?
–Vivo del Carnaval. Mi vida está enfocada a sacar cada año una chirigota buena.

–Ha conseguido lo que quieren conseguir muchos carnavaleros.
–Hombre, no es fácil. Hay que tener una base. Los guiones eran un colchón. Ahora tengo que sacar una buena agrupación cada año. Eso es un hándicap porque ya no puede ser un hobby, tengo que sacar una chirigota a muerte para seguir viviendo de esto.

–¿Sería posible que mucha gente viviera del Carnaval?
–Claro que sí. Hay una demanda de Carnaval impresionante por todas partes. Pero aquí, y me duele la boca de decirlo, las instituciones tienen el Carnaval dejado de la mano de Dios. Si fuera otra ciudad, tendrían el Carnaval en lo más alto. Vienen los visitantes buscando Carnaval fuera de febrero y no encuentran casi nada, a pesar de ser uno de los atractivos turísticos más grandes de Cádiz. Todo lo que conseguimos nos los curramos los carnavaleros. Ninguna administración canaliza el potencial que tenemos para conseguir una gran fuente de ingresos. Esto no puede seguir siendo algo en el que cada grupo se busca la vida como pueda. Es hora de canalizar el potencial del Carnaval.

–Esto que dice tiene mucho que ver con las reivindicaciones de algunos de los autores más importantes de la fiesta, críticos con el Patronato y el funcionamiento del Concurso. ¿Cuál es su posición en esta polémica?
–Comprendo que hay buena voluntad para arreglar las cosas por parte del Ayuntamiento. Y que hay unas leyes y unas normas que hay que respetar como concurso público que es. Para que se cumplieran todos nuestros intereses tendríamos que salirnos y organizar el Concurso nosotros. En cualquier caso, es lógico que los que participemos en el Falla seamos los que votemos sobre las normas del Concurso. Y no es verdad que solo se hable de dinero. Se habla antes de dignidad. Pero no hay nada malo en ganar dinero si esto gusta tanto, si hay gente que quiere pagarlo y si hay agrupaciones que quieren buscarse la vida. Aquí hay mucha necesidad y este es de los pocos recursos que nos quedan en Cádiz. También hay que repartir mejor la riqueza que el Concurso genera.

–¿Qué va a pasar con el Patronato?
–Es complicado. Por ley, tienen que estar presentes o tomar decisiones los grupos políticos. No estoy capacitado ahora para hablar del tema porque no estoy acudiendo a las reuniones.


–¿Con qué se queda después de tantos años de Carnaval?
–Con haber conseguido ser respetado con mi estilo. Sobre todo por la misma gente del Carnaval, los compañeros. Ya no me ven como a un bicho raro.

http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/2361555/ya/es/hora/canalizar/potencial/carnaval.html


No hay comentarios