El recuerdo de la intoxicación masiva por salmonela del pasado Carnaval sigue aún demasiado fresco y la Delegación provincial de Salud de la Junta tomará nuevas medidas este año. Para ello se trabajará de manera coordinada con el Ayuntamiento de Cádiz para establecer cuáles son los «puntos críticos» con el fin de intensificar en esas zonas las inspecciones previstas. Así lo ha confirmado este martes el delegado del ramo, Manuel Herrera, que tuvo que afrontar aquella crisis recién llegado al cargo.

Según ha explicado, el plan de inspección contará con el mismo número de profesionales, pero «se pondrá más atención a los puntos críticos». Con ello ha hecho referencia a las zonas de mayor concentración durante la fiesta en la calle, entre ellos el entorno del Mercado Central, donde se situaba el bar Grimaldi donde se localizó el único foco de infección. Pero esa actuación se realizará con el apoyo de los técnicos municipales para no pasar nada por alto.

«No debe ocurrir lo del año pasado», ha sentenciado Manuel Herrera, que durante aquel Carnaval se vio obligado a dar partes sucesivos sobre la evolución de los afectados y la investigación llevada a cabo. El asunto aún sigue coleando en los tribunales a la espera de una resolución definitiva.

El contagio alcanzó a 112 personas de cinco provincias diferentes. Muchos de ellos se vieron obligados a acudir a hospitales y servicios de urgencia para ser tratados tras haber consumido bocadillos de tortilla en el citado establecimiento que el pasado mes de junio reabrió bajo el mismo nombre. Eso sí, el cartel que adornaba la entrada ha sido sustituido tras aparecer en todas las cadenas de televisión nacionales durante aquel fatídico domingo de Carnaval de 2016.

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