Pasodoble Inedito De Los Mafiosos de Juan Carlos Aragón dedicado a su mujer por Lázaro Cruz
Yo sé que en una noche de mayo,
si sigue borracha la luna
puede caer sobre el mundo azul un rayo
que nos deje el corazón temblando a oscuras.
Y puede llegar la locura,
la muerte u otro desmayo.
Puede caernos la flecha
de ese ángel que atraviesa
el corazón y te invade,
con el riesgo de que acabe
esa noche en una iglesia.
El invierno ya se nos despedía
y la primavera en flor se acercaba,
porque tras nuestras paredes oían
la canción desesperada.
Y allí, la guitarra y el mar
nos daban su luna de miel.
Y la golondrina del pueblo
cantaba en su vuelo al amanecer:
«Yo te traería un diamante, pero como soy tan pobre
solo con un pasodoble tengo que enamorarte»
Que es lo mismo que besarte y entre mis labios decirte
ese cariño imposible que solo puedo contarte.
Yo sabía que la luna, yo sabía que la luna,
borracha de madrugada
traería la fortuna, traería la fortuna
más desnuda y deseada.
No hay amor que huya cuando es su destino.
Y si la luna sirve de testigo
es el único motivo
porque el que el mundo entero puede esperar,
y por el que yo renuncio a mi libertad:
para vivir una vida contigo.