El debate rodea cada año, desde hace mucho años, cuando se acercan las fiestas. ¿Necesita la ciudad una gran carpa que funciona como pseudodiscoteca abierta hasta el amanecer, incluso ya entrada la mañana en los fines de semana? ¿Tienen los vecinos que soportar durante esa semana los ruidos durante toda la madrugada en beneficio de la fiesta? Pero más allá de estas consideraciones, y de otras tantas para las que hay división de opiniones, hay una cuestión que parece incontestable: instalar la carpa supone un beneficio muy importante para el Ayuntamiento.
Lo ocurrido este último año así lo atestigua. Más de un cuarto de millón de euros ha ingresado el Consistorio por la explotación de la carpa. 251.510 euros, en concreto. Cifra que resulta aún más llamativa si se tiene en cuenta que la oferta sale a licitación por 90.000 euros. Es decir, que la apuesta de las empresas por hacerse cargo de este recinto que abre cada noche de Carnaval casi ha triplicado la previsión económica del Ayuntamiento.
La promoción en Marañón es una de las mayores emprendidas por el Ayuntamiento. / JESÚS MARÍN
Otro dato que habla por sí solo del interés que suscita esta carpa es el hecho de que hasta cuatro empresas de hostelería hayan presentado este último año oferta para hacerse con la gestión y explotación. Aunque como adjudicataria resultó la empresa de siempre, Francisco Toro.
Curiosamente, ninguna de las empresas que presentaron oferta este año, como de hecho suele ser habitual, es de la capital gaditana. La más cercana fue la empresa de catering Manuel Iglesias Ruiz, que tiene su sede en Jerez. Las otras dos ofertas llegaron desde Huelva (Onubense de Eventos y Espectáculos, con sede en Ayamonte) y Sevilla (la promotora musical Green Cow Music).
Toro se hizo cargo de la carpa por menos de 1.000 euros, que es la diferencia económica respecto a la oferta que quedó clasificada como segunda (la onubense, que elevó su apuesta hasta los 250.520 euros). Las otras dos empresas no fueron tenidas en cuenta para la valoración final; una de ellas (Manuel Iglesias Ruiz catering, que presentó una oferta de 133.500 euros, muy por encima también de los 90.000 euros por los que sale a licitación la carpa) por un error administrativo a la hora de presentar la documentación, y la otra (Green Cow Music) por falta de documentos.
Por tanto, más allá del debate ciudadano, la carpa de Carnaval atrae a las empresas hosteleras de fuera de la ciudad; y, sobre todo, deja una notable cantidad económica al Ayuntamiento.
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