Un Carnaval en febrero y otro en junio. Las agrupaciones ilegales del Carnaval de Cádiz celebraron este viernes una cumbre carnavalesca para refrendar su apuesta por celebrar la fiesta en su fecha tradicional, febrero.

Así lo pusieron sobre la mesa más de una veintena de grupos que acudieron en la tarde del viernes al salón de actos de los sindicatos para acordar una postura común con respecto a la fecha de celebración del Carnaval, una vez que el Ayuntamiento de Cádiz ha garantizado que su semana oficial será en el mes de junio.

Tal y como anunciaron a nivel individual hace apenas unas semanas, los grupos callejeros presentes en el encuentro consensuaron trasladar al Ayuntamiento de Cádiz su intención de cantar en las calles de la ciudad entre el 26 de febrero y el 6 de marzo, respetando así la fecha inicial del Carnaval de Cádiz.

Los representantes van a trasladar ahora esta postura al Consistorio y además van a solicitar una infraestructura que garantice estas actuaciones en las calles a pesar de no contar con oficialidad. Precisamente en este punto se centró el debate de los grupos, ya que para poder salir con garantías, necesitan contar con un mínimo apoyo de la ciudad, en lo que respecta a la puesta en marcha de unos servicios básicos de limpieza, así como la posibilidad de contar con ciertas ventajas en lo que respecta a los horarios de apertura de la hostelería o de la normativa de beber en la calle.

Sin embargo, lo cierto es que gran parte de los asistentes apostó por salir a la calle aunque desde el Ayuntamiento no se preste este apoyo. Eso sí, siempre que haya unas condiciones de seguridad sanitaria y teniendo en cuenta que la incidencia de la pandemia del coronavirus siga en niveles bajos.

Servicios e infraestructuras

Por ello, los representantes mostraron su compromiso para elaborar sus repertorios para febrero y en caso de que se vean obligados a no salir a las calles por motivos sanitarios, dejarlos para el mes de junio.

En este encuentro también estuvo presente el portavoz de los romanceros, Antonio Beiro, que unos días antes se había reunido con la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, para mostrar al Ayuntamiento la intención del colectivo de celebrar el Carnaval en febrero. Beiro trasladó a los asistentes las intenciones del Consistorio al respecto, de acuerdo con la información facilitada por la concejala.

En dicho encuentro, Cazalilla abrió las puertas a la celebración aunque no garantizó la ayuda solicitada. “Si llegado el momento entendemos que va a haber una cantidad sustancial de grupos que van a actuar en la calle porque la situación lo permite, el Ayuntamiento estudiará la posibilidad de reforzar los servicios necesarios para que esa expresión popular se desarrolle sin ningún tipo de inconveniente. En ningún caso pretendemos marcar el paso a las callejeras, ni coartarlas, ni organizarlas. Ambas partes estamos de acuerdo en que debemos reunirnos semanas antes para evaluar la situación, ya que aún es precipitado tomar una decisión al respecto. Y así lo entienden también los romanceros, tal y como nos ha trasladado su presidente”, manifestó la edil al respecto.

De este modo, las ilegales ya conocen, a priori, las intenciones del Consistorio. Por ello, van a hacerles llegar un escrito refrendado por los grupos asistentes, donde se les va a informar del acuerdo tomado en esta reunión por los asistentes, donde se refrenda la celebración de la fiesta en la calle en el mes de febrero.

LaVozdelCarnaval